jueves, 26 de mayo de 2016

Literalidades

Incondicional, presente, compañero. Fuimos descubriendo de a poco, como nos iba saliendo, esto de convivir con el diagnóstico, con una teta menos y los bemoles periféricos. Lo que nunca me voy a olvidar fue de la primer risa. Estábamos serios, tensos, preocupados, organizándonos para enfrentar lo que –no sabíamos bien- se nos venía por delante… Y en medio de tanta incertidumbre, él me dijo casi solemne: -Negra, como a todo, le vamos a poner el pecho! -Si, claro,dije. Y después de unos segundos aclaré: -yo literalmente, no?… Y nos empezamos a reír,alivian/án/donos de una vez por todas.

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